Pensamientos que te están evitando tener la vida que quieres.
Abriéndonos al mundo de las posibilidades.
¿Se han dado cuenta que cada generación va aceptando como “normales” ciertos comportamientos y patrones de pensamiento? Pocas veces nos damos el tiempo de evaluar si ese patrón nos está llevando a la evolución o nos está frenando. Aquí les dejo 7 patrones de pensamiento que están muy presentes en nuestra generación:
1) Piensas que para cambiar de hábitos tienes que cambiar cómo haces las cosas y no que se trata de asumirte como alguien diferente, que hace cosas diferentes.
Nos han dicho que para cambiar debemos de fijar grandes objetivos. Nos han dicho que hay una serie de pasos que debes seguir para llegar a la meta. La realidad es que solo los micro-cambios se vuelven automáticos. Si decides que es momento de cambiar algo, empieza por preguntarte ¿por qué es tan importante para ti? y una vez que tengas estas respuestas identifica cómo debes actualizar tu identidad y tu espacio para que estos ajustes sean lógicos. No vas a tener ni siquiera que esforzarte.
2) Crees que la vida que anhelas sólo depende de tener claro lo que quieres. La verdad es que es psicológicamente imposible predecir qué te va a hacer feliz en el futuro.
Nuestro cerebro sólo percibe lo que conoce. Si tú te haces una idea -inamovible- del futuro perfecto, sólo estás reflejando ideas preconcebidas del pasado. Si esto no se cumple ‘tal cual’, te vas a topar con el sentimiento de frustración porque no lograste lo que ya habías construido como ‘ideal’. Es probable que en la realidad, hayas construido algo mejor de lo que habías imaginado, pero tu mente no te da permiso de verlo así y lo archiva como fracaso. Lo ideal es que estés seguro de lo que eres hoy y disfrutes cada momento de tu proceso hacia lo desconocido, para que seas capaz de ver tu avance y te dejes sorprender por el universo de posibilidades.
3) Piensas que el éxito es algo que tiene una fecha específica. Te frustra que ese momento no llega.
Estamos acostumbrados a medir el éxito del presente por qué tan “terminadas” están las cosas. Si ya hice esa presentación; si ya bajé esos kilos; si ya hice ese viaje. Y cuando llegas a esos hitos, sientes que no te llenaron como creías porque ahora hay algo más. Lo que vivimos es transitorio y nunca es el todo. Cumplir objetivos no es éxito. Ver lo que lograste expandirte en el proceso, sí lo es.
4) Crees que tu pasado te define y no te has permitido cambiar esa percepción.
Escogemos información de nuestro pasado para definir nuestro ‘mood’ en el momento presente. Este hábito mental nos hace sentir que el pasado nos define o que nos persigue. Una mejor idea sería situar esa vivencia en un punto específico de nuestra línea del tiempo y aceptar que nos sirvió para hacernos evolucionar y que gracias a eso, hoy tenemos herramientas para que el futuro sea diferente; bajo tus propios términos.
5) Te inventas crisis innecesarias en la vida, porque te impone el aquí y ahora.
A este patrón de conducta los psicólogos lo consideran un mecanismo de defensa que se llama: “evasión”. Encontrar problemas donde no los hay es una forma de distraerte o de evitar hacerte responsable de afrontar situaciones que te imponen. Evalúa bien de dónde viene ese sentimiento y qué es lo que realmente está causándote dolor. Muchas veces tenemos que quitarle capas a la cebolla para enfrentarnos de lleno al presente.
6) Sueles quedarte con la idea original que tienes de la gente y te cuesta trabajo aceptar que evolucionaron.
El mejor tipo de vida es donde la gente que amas se queda para siempre. Lo que no venía en el contrato es que la gente no va a ser la misma para siempre. Todos cambiamos al sanar, al crecer, al convertirnos en algo. Nos van modificando las decisiones, la valentía, lo que nos duele, lo que nos desespera, las fortalezas, la resiliencia, la esperanza, el gozo y el amor. Somos un trabajo en construcción, no podemos ser lo que éramos ayer. Que se quede la gente que amas para siempre significa que vas a honrar todas sus versiones, no sólo la idea original.
7) No te permites ver que somos muchas cosas. Que podemos tener muchas pasiones y que la capacidad de enamorarnos de la vida es infinita.
Nos vendieron la idea de que, desde muy temprano en la vida, tenemos que escoger en qué vamos a ser buenos para siempre. Ojalá existiera como norma el reinventarnos cada determinado número de años. Tenemos esa capacidad infinita de desarrollar nuevas herramientas y habilidades. Te sorprendes cuando te das cuenta que eres bueno en esto y que eres mejor en aquello, y que tienes la posibilidad de explorar eso otro. Nos vendieron la idea de que tenemos que definirnos en un “elevator pitch” de 2 minutos. Muchos necesitaríamos un ‘skyscraper’ para lograrlo.
Recursos para los curiosos
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to AnaMindStudio to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.